Ser consultor no es dar opiniones: es entrar a la operación
- Gonzalo Figueroa Rodriguez

- 11 hours ago
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En los últimos años, la palabra consultor se ha usado de manera tan amplia que ha perdido claridad. Para muchos, un consultor es alguien que entra a una reunión, escucha, da su opinión y se va. Pero esa idea —aunque común— no representa lo que realmente significa hacer consultoría de verdad.
En este artículo quiero aclarar esa diferencia, porque confundir estos roles no solo afecta a quienes contratan consultores, sino también a quienes aspiran a serlo.
Consultor vs. advisor: una diferencia clave
Un advisor da recomendaciones. Observa desde afuera, comparte su punto de vista y deja la ejecución en manos del cliente. No es algo malo; es simplemente un modelo distinto.
Un consultor, en cambio, entra a la operación. Se involucra. Se queda. Su trabajo no termina cuando da una idea, sino cuando el problema está resuelto y la solución funciona en el día a día.
Esta diferencia es fundamental y muchas veces se pasa por alto.
La consultoría como una consulta médica
Una forma sencilla de entender la consultoría real es compararla con una visita al médico.
Cuando vas a una consulta médica, el doctor no:
Te escucha dos minutos
Te da una opinión general
Y te envía a tu casa
El proceso real incluye diagnóstico, análisis, identificación de la causa raíz, tratamiento, seguimiento y ajustes. Exactamente lo mismo ocurre con la consultoría bien hecha.
Un consultor:
Entiende cómo opera la empresa hoy
Analiza métricas relevantes
Identifica causas raíz
Diseña soluciones
Las implementa
Ajusta lo necesario
Estandariza el cambio para que se sostenga
Eso es consultoría.
El verdadero valor del consultor
Uno de los mayores valores que aporta un consultor es el contexto. Al trabajar con múltiples empresas y distintas industrias, el consultor trae consigo benchmarks, experiencias previas y aprendizajes que una persona interna —por muy talentosa que sea— difícilmente puede tener.
No se trata de “saber más”, sino de haber visto más.
Ese contexto permite:
Evitar errores comunes
Adaptar soluciones probadas
Diseñar respuestas a la medida del problema real
¿Tiene el consultor “skin in the game”?
Existe la percepción de que el consultor no tiene responsabilidad real sobre el resultado. Nada más lejos de la realidad.
Cuando un proyecto fracasa, fracasa tanto la empresa como el consultor. El éxito del proyecto es compartido. Aunque el consultor no dirija directamente al personal interno, su rol es clave para que la iniciativa funcione.
La consultoría real implica compromiso, presencia y responsabilidad.
Entonces, ¿quieres ser consultor?
Si tu expectativa es:
Dar opiniones rápidas
No involucrarte en la ejecución
Mantener distancia de la operación
Eso no es consultoría. Y está bien: ese es otro modelo de negocio.
Pero si quieres ser consultor de verdad, debes estar dispuesto a:
Entrar al detalle
Acompañar procesos
Resolver problemas reales
Ejecutar, ajustar y sostener cambios
Consultoría en la era de la transformación digital
Hoy, la consultoría está profundamente ligada a la transformación digital. No se trata solo de tecnología, sino de cómo la tecnología mejora procesos, decisiones y resultados.
En GBYTE, entendemos la consultoría como un servicio de integración tecnológica para mejorar operaciones. Por eso no vemos nuestro rol como “dar consejos”, sino como ser parte del equipo del cliente mientras dura el proyecto.
Reflexión final
La próxima vez que escuches la palabra consultor, pregúntate:¿Estamos hablando de alguien que opina… o de alguien que entra a la operación para resolver?
La diferencia no es semántica. Es estratégica.



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