Robótica en Puerto Rico: Retos, Innovación y Empoderamiento en STEM – Conversación con Kelianet Roque
- Gonzalo Figueroa Rodriguez

- Sep 22
- 5 min read
Esto es un resumen de la entrevista realizada por AI.
Puerto Rico enfrenta una encrucijada crítica: el desarrollo de talento en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) no avanza al ritmo que exige la economía digital. Mientras el mundo acelera la automatización, la inteligencia artificial y la innovación tecnológica, miles de jóvenes en la isla aún crecen sin las herramientas básicas para navegar esta nueva realidad. El resultado es una brecha que no solo afecta a las oportunidades individuales, sino a la competitividad del país en su conjunto.
En este contexto, iniciativas como la de Caribbean Robotics Academy (CRA) marcan la diferencia. Fundada en 2021 por Kelianet Roque y Pedro Alvarado, la organización se ha convertido en un semillero donde los niños y adolescentes no solo aprenden a armar y programar robots, sino a vencer el miedo a la tecnología, desarrollar pensamiento lógico y adquirir habilidades digitales esenciales para el siglo XXI.
Para más hoy hablamos con Kelianet, la COO de CRA.

¿Quién es Kelianet Roque?
Kelianet es una joven que estudió ingeniería biomédica que descubrió la robótica en la escuela intermedia y nunca más la dejó. Su primer acercamiento fue armar y programar robots con lenguajes adaptados de C, cuando apenas tenía 14 años. Esa experiencia sembró una chispa que la llevó a estudiar ingeniería biomédica y más tarde a cofundar Caribbean Robotics Academy, un proyecto nacido en 2021 tras años de participar en competencias internacionales y en respuesta a la necesidad de revitalizar la robótica en Puerto Rico después de los huracanes, terremotos y la pandemia.
Los retos de STEM en Puerto Rico
Aunque existen programas educativos y políticas que promueven STEM en la isla, persisten retos estructurales:
Acceso desigual a recursos tecnológicos. No todos los estudiantes tienen computadoras, kits de robótica o conexión confiable a internet.
Déficit en formación docente. Muchos maestros carecen de capacitación actualizada en programación, lógica y nuevas tecnologías.
Miedo cultural a la programación. Tanto en jóvenes como en adultos, persiste la idea de que “la programación es solo para genios” o que se trata de matemáticas complejas inaccesibles.
Desconexión con el mercado laboral. A menudo, lo que se enseña en las aulas no refleja las habilidades digitales que las empresas realmente demandan.
Estos obstáculos no son menores. Afectan desde la retención de talento en la isla hasta la capacidad de atraer inversión en sectores como tecnología, manufactura avanzada o servicios profesionales.
CRA: sembrando habilidades desde la niñez
“Lo más que les da miedo es la programación a mucho, porque mecánicamente el puertorriqueño es bien hábil.”, explica Kelianet Roque, quien desde adolescente encontró en la robótica un camino para su vocación.
En Caribbean Robotics Academy, los niños comienzan con bloques visuales (similares a Scratch), luego avanzan a plataformas intermedias como Switch y finalmente se introducen en lenguajes como C++. Este recorrido no solo les enseña a programar, sino que fortalece su capacidad de pensar en procesos, descomponer problemas y estructurar soluciones paso a paso.
Los resultados hablan por sí solos: en apenas tres años, CRA pasó de 16 equipos a más de 40 equipos activos en Puerto Rico, con cientos de estudiantes que participan en competencias locales e internacionales. Detrás de cada robot construido hay jóvenes que aprenden a trabajar en equipo, a experimentar, a equivocarse y levantarse —habilidades que serán igual de valiosas en su futuro laboral como cualquier línea de código.
La lógica: la habilidad oculta detrás de la robótica
Más allá de aprender a armar un robot o escribir líneas de código, uno de los grandes aportes de la robótica educativa es el desarrollo del pensamiento lógico. Para muchos estudiantes, este es el verdadero reto: aprender a traducir una idea en una secuencia clara de pasos.
Como explica Kelianet Roque, “vete a la cocina a buscar agua, pues al robot se lo tienes que decir, bien triturado, bien triturado. Primero enciende los motores, luego camina 3 pasos, gira a la derecha para poder llegar a la cocina.”. Ese ejercicio obliga a los jóvenes a ser más precisos, estructurados y estratégicos en su manera de pensar.
En Caribbean Robotics Academy, este proceso comienza con herramientas accesibles como bloques visuales, sigue con pseudocódigo escrito en lenguaje simple y culmina en diagramas de flujo que permiten visualizar decisiones condicionales (“si esto ocurre, entonces haz aquello”). Finalmente, los estudiantes avanzan hacia lenguajes de programación más complejos como C++.
El impacto va más allá del aula de robótica. Al desarrollar lógica, los jóvenes aprenden a resolver problemas de forma sistemática, a detectar errores y corregirlos, y a ver la relación entre causa y efecto. Son las mismas destrezas que necesitarán mañana en cualquier contexto profesional: desde diseñar procesos en una empresa hasta tomar decisiones informadas en la vida cotidiana.
Transformación digital como medio, no como fin
El trabajo de CRA también demuestra cómo la transformación digital no consiste solo en adoptar software de moda, sino en usar la tecnología como medio para liberar tiempo y enfocarse en lo humano.
Desde su rol de Directora de Operaciones (COO), Kelianet ha integrado automatización e inteligencia artificial en procesos administrativos: inscripciones de equipos, recopilación de resultados de jueces y comunicación con estudiantes. “La IA y la automatización nos permiten dedicar menos tiempo a papeleo y más a crear experiencias significativas”, explica.
Su visión resuena con una advertencia que aplica tanto a organizaciones educativas como empresariales: uno de los errores más comunes al escalar tecnología es implementarla sin objetivos claros ni procesos bien definidos. Para Roque, la clave está en la lógica y en la empatía: diseñar procesos comprensibles, acompañar a las personas en el cambio y asegurarse de que la tecnología sirva a un propósito real.
STEM como necesidad nacional
El caso de Caribbean Robotics Academy ilustra una verdad ineludible: la alfabetización digital debe comenzar en la niñez si queremos adultos preparados para un mundo tecnológico.
La lógica que un estudiante desarrolla al programar un robot es la misma que necesitará mañana para gestionar procesos en una empresa, analizar datos en un hospital o diseñar soluciones en una startup. El miedo que hoy vence frente a una pantalla será la confianza con la que enfrente los retos laborales del futuro.
Puerto Rico necesita multiplicar iniciativas como CRA. No se trata solo de formar ingenieros o programadores, sino de dotar a toda una generación de competencias digitales y de pensamiento crítico que les permitan adaptarse a un entorno cambiante, innovar en cualquier sector y, sobre todo, construir un futuro más resiliente para el país.
Conclusión
La experiencia de Kelianet Roque y Caribbean Robotics Academy es un recordatorio de que la transformación digital empieza en lo más básico: enseñar a un niño que una lavadora también es un robot, o que programar es simplemente dar instrucciones paso a paso.
Enfrentar los retos de STEM en Puerto Rico requiere inversión, alianzas y políticas, pero también requiere valentía para comenzar desde temprano y cultivar una mentalidad digital desde la raíz. CRA lo está haciendo, y sus estudiantes ya son prueba viviente de que, cuando se combina tecnología con propósito, se siembra no solo conocimiento, sino esperanza en un futuro mejor.
Conecta con Kelianet por LinkedIn:



Comments